El día sábado 19 de mayo de 2018 en el barrio La Estancia de la localidad de Ciudad Bolívar al sur de la ciudad se desarrolló el café pedagógico ¿El campesinado sujeto de derechos? Realizado en la huerta urbana Aula ambiental Piwam – alimento para la vida. Convocado por la movilización social por la educación mesa Bogotá. El café pedagógico es un espacio de encuentro y diálogo que fue diseñado con una metodología que buscaba establecer como la educación rural es un factor importante para comprender y dar soluciones a las diferentes problemáticas que afectan a las comunidades presentes en el territorio, dicha metodología se basó el tres momentos, un primer momento que busca conectar a los asistentes con el mundo rural, un segundo momento que establece un dialogo entre los asistentes por un medio de un juego didáctico llamado la escalera del reconocimiento y finalmente un espacio donde se comparte las impresiones, sensaciones o emociones que provoco el juego.
El café inicio con una presentación a cargo de la lideresa comunitaria Blanca Serna quien ha liderado una propuesta de agricultura urbana con el nombre de Piwam que ha conseguido calar en sus vecinos y vecinas resaltando la importancia de la separación de residuos en la fuente ya que lograron crear mecanismos para que los desechos orgánicos de las cocinas sean transformados en materia orgánica para el huerto, donde resalto la importancia de esto último debido a la compleja situación que vive la ciudad y muy especialmente los campesinos(as) de las veredas aledañas al relleno sanitario Doña Juana, igualmente compartió la experiencia de como ella y otros vecinas como Sandra Sánchez lograron recuperar y transformar este espacio de un lote donde se acumulan desechos a un espacio para estar en contacto con el campo, con la vida y recuperar esos lazos con la tierra, ya que según sus propias palabras la señora blanca es una orgullosa campesina de la ciudad de Bogotá.
El primer momento del café continuo con la proyección de un video de 21 minutos divido en varias etapas, la primera de ellas fue un conjunto de sonidos como el del agua al correr, el cantar de los gallos, el relincho de los caballos, el mugido de las vacas entre otros animales, paralelamente los asistentes hicieron un recorrido por el huerto donde encontraron lo que allí se produce, plantas de tomate, lechuga, amaranto, arboles de fruta entre otras, como también la visualización de galerías instaladas con caricaturas, noticias, fotografías relacionadas al sujeto(a) campesino(na). Seguidamente el video continúa con una serie de fragmentos de diferentes problemáticas a las que se ven enfrentadas las comunidades campesinas en diferentes partes del país:
- La pérdida de su vocación agraria para cultivar maíz por otros productos más rentables expuesto en un pequeño documental de la arepa boyacense.
- El testimonio de un campesino afectado por el desarrollo del megaproyecto Hidroituango y su relación con el rio Cauca
- La visualización de imágenes de los operativos de erradicación de cultivos ilícitos en el municipio Tumaco con testimonios de campesinos y jóvenes campesinos que hablan de la ausencia de una escuela y la falta de oportunidades para llevar una vida digna donde el cultivo de coca es el único sustento posible.
- El conflicto que se presentó en el municipio de Inza (Cauca) en la región de San Andrés de Pisimbalá donde las comunidades que componen el territorio se ven enfrentadas por la tenencia de la tierra, conflicto llevo al desplazamiento de una comunidad educativa por acciones de las comunidades indígenas y una inacción del gobierno, además de la quema del templo de la región.
- Se escucharon testimonios de campesinos de la vereda de mochuelo alto en especial de niños y niñas que dan un conocer su punto de vista sobre lo que significa para su vida ser vecina(no) del relleno sanitario Doña Juana.
Al finalizar la proyección se dio un espacio para las dudas y comentarios adicionales sobre lo vivenciado en el primer momento, donde el líder comunitario Julián Arana explico como el campesinado de las localidades de Ciudad Bolívar y Usme de la ciudad han sido afectadas cada vez más por la expansión urbana, la actividad minera y la problemática ambiental del relleno sanitario, expuso como este último llego al cerro Doña Juana y como la negación de la existencia del campesinado ha impedido que estas comunidades puedan hacerle frente a la situación de una manera eficaz que permita encontrar soluciones a la problemática. Igualmente el profesor Jairo Arias compartió su visión del conflicto intercultural que se vive en el municipio de Inza donde dio claridades a la noticia de la quema del templo y como el conflicto por la tenencia de la tierra está llegando a afectar los ámbitos educativos entre un choque con el modelo de educación propia desarrollado por la comunidad Nasa y la propuesta de educación pertinente para el campesinado.
El segundo momento se desarrolla con un dialogo entre los asistentes por un medio de un juego didáctico llamado la escalera del reconocimiento, el cual en un tablero y con fichas de preguntas en alusión del tema permite abordar elementos en relación a la educación rural y campesinado, mujer y ruralidad, el campesinado y la Paz, y expresiones culturales campesinas. La cuales intentan dar cuenta de la importancia y necesidad de hablar del debate del campesinado y sus particularidades, por medio de preguntas como ¿Por qué cree que la educación intercultural es suficiente para responder a las necesidades y ritmos de los diferentes sectores poblacionales presentes en los territorios? En la cual el panorama para el campesinado en territorios con poblaciones étnicas, pasa por la obligación de un modelo educativo rural que responda a ciertas características de interculturalidad educativa para el desarrollo de las comunidades indígenas, afros y campesinas.
Igualmente a la correspondencia del Estado a la educación rural en las zonas rurales de Bogotá, que también tiene unos distintivos, pero que en garantía de derechos constitucionales es determinante para que el modelo de educación brinde una educación distinta que responda a las demandas de los territorios. Dado que la discusión del reconocimiento del campesinado como sujeto de derechos con autonomía territorial, y sujeto político busca que su identidad, su cultura y saberes estén en un amplio escenario al interior del Estado y en la construcción de políticas públicas.
Por esta razón las preguntas de este momento indagaban por la ruralidad, por su diferencia, por las mujeres rurales, urbanas y campesinas, por sus saberes, tradiciones, conocimientos, entre otros, y como ello aporta o si existe en la educación rural, y campesina. El escenario del juego el debate y la perspectiva de cada participante en brindar una opinión de esta coyuntura y tema transversal actualmente.
Finalmente un espacio donde se comparte las impresiones, sensaciones o emociones que provoco el juego, a las cuales podemos inferir que los participantes expresan la dificultad de responder ciertas preguntas por los conceptos y su articulación a la problemática, a modo ejemplo la definición de un modelo de educación intercultural, también el conocimiento de lo que es una mujer campesina y sus saberes, su rol en la sociedad, así mismo los aportes y retos del acuerdo de paz en coadyuvan a la garantía de algunos derechos para el campesinado. También encontramos aportes a la urgencia del diálogo entre poblaciones, y la ausencia del Estado y Ministerio de Educación para consolidar un modelo educativo diferente y pertinente en el campo.
Con la intención que este espacio de dialogo propuesto revelara a la educación como uno de los pilares de en disputa por las organizaciones sociales, para el campesinado es una bandera de sus reivindicaciones; las cuales tienen un pilar en su misma disputa con el gobierno y el Estado, como parte de exigencia en el reconocimiento del campesinado como sujetos políticos, de derecho, con identidad y cultura.
Los desafíos que la educación rural debe contemplar son el desarrollo de un sistema alimentario donde el campesinado tenga un papel prominente en la producción de alimentos, ya que las lógicas del mercado los ha empujado a cambiar su rol en la sociedad colombiana como producto de alimentos ya que se importan alrededor de 12 millones de toneladas de alimentos. La producción de alimentos sanos hace que el campesinado tome un nuevo aire, ya que el campesinado tiene un gran conocimiento en ello, como producto de alimentos sanos y saludables, al unir estas variables de producción de alimentos y campesinado hacen que los sistemas educativos rurales deban propender por la enseñanza de los saberes campesinos, por medio de una educación cercana ligada a la tierra, con una curricula pertinente para el sujeto campesino en cambio de una educación encaminada a hacer el campesino un jornalero en grandes plantaciones o monocultivo.
Johana Villamil – Ever Martínez
MSE – Bogotá
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